PODEMOS finalmente ler com alguma amplitude Miguel d’Ors em português, numa antologia poética recentemente publicada pela Língua Morta, em cumplicidade com a Poesia Incompleta e apresentação, selecção e tradução do também poeta Luís Pedroso: O Fiasco Perfeito. Caberia salientar o nascimento do autor em Santiago de Compostela, em 1946, a sua vida em Pamplona, os anos em que lecciona na Universidade de Granada, outras andanças, contudo é o próprio que nos adverte: “De tanto ir e voltar, estranho em toda a parte, / às vezes se levanta uma inquietude / em mim: mas de onde sou?”. Poderíamos depois, em busca de um currículo, enumerar a vasta obra poética e ensaística, a passagem pela ficção, não esquecendo igualmente a faceta de antologiador, mas o seu tom inconfundível desautoriza poses e composturas: “Compreenderão vocês que sem dúvida / sou a pessoa menos indicada / para ser Miguel d’Ors.”

Talvez pudéssemos começar pelo mais circunstancial. Como descreveria o seu local de trabalho? É uma ilha, uma cela, um santuário?

Mi “local de trabajo” como poeta es el Mundo. Me explico: dado que mis poemas nunca nacen porque yo quiera escribir un poema, sino porque un poema quiere ser escrito por mí, los momentos y lugares en que me surgen los versos generalmente son imprevistos. Algunas poesías mías nacieron a más de 2.000 metros de altitud, en montañas de los Pirineos o Sierra Nevada; otras, mientras estaba en la cama, a las 3:40 de una madrugada; otras, cuando iba en bicicleta por carreteras y pistas de Andalucía, Galicia o La Rioja; otras, caminando por la calle; y, como es de suponer, otras en el salón de mi casa o en mi cuarto de trabajo.

Há no seu “habitat” de trabalho objectos indispensáveis à sua volta ou é absolutamente supérfluo o que o rodeia no momento da escrita? Tem de ser um ambiente amigável, deve ter luz, silêncio, música, ruído?

Nada, no exijo nada. ¿Cómo voy a ponerle condiciones a la Musa?

Como descreveria a sua biblioteca? Está mais próxima de uma ideia de “cosmos” ou de “caos”? Como a organiza ou desorganiza?

¡Ay de mí! Hace unos años era un cosmos organizado por una Mente Sabia (con perdón). Perfectamente clasificado por materias, lenguas, géneros literarios, cronología… Desde cualquier punto del planeta podría, hablando por teléfono, indicarle a cualquiera dónde estaba en ella cada libro. Pero de un tiempo a esta parte, por falta de espacio, he tenido que colocar muchos  en horizontal, o en doble fila, o fuera de la zona que les correspondía, de modo que con demasiada frecuencia ya ni yo mismo puedo encontrarlos. Es decir que actualmente mi biblioteca tiende al caos.

Considera-se um bibliófilo?

En absoluto. Sólo un amante de la Literatura.

Tem uma rotina de escrita, rituais?

No, nada de rituales; sólo costumbres.

De joven escribía los poemas siempre a mano, con pluma estilográfica -¡nunca con bolígrafo!- sobre papeles ya usados por una cara; después los copiaba a máquina; y cuando tenía que hacer alguna corrección -lo que sucedía con mucha frecuencia, porque soy muy “rumiante”-, sobre otro papel usado mecanografiaba el verso o los versos nuevos, los recortaba con una tijera y pegaba el fragmento nuevo sobre el texto primitivo.

En alguna ocasión en que lo corregido era solo una palabra o una letra, buscaba en mi depósito de papeles usados un texto mecanografiado en el que figurase la palabra o la letra necesarias, las recortaba y pegaba el papelito resultante en el lugar correspondiente de la poesía, donde a lo mejor había sido ya pegado otro papel. Como a menudo volvía sobre ella para hacer nuevos retoques y repetía el proceso, era muy frecuente que algunas composiciones mías tuviesen varios “estratos geológicos” de correcciones.

Pero desde finales del siglo XX empecé a escribir directamente en el ordenador, poniendo, quitando y cambiando cosas, imprimiendo luego los poemas en papel usado, sin perder la versión informática, y, si era menester, haciéndoles más correcciones en la pantalla y volviendo a imprimirlos. Así procedo ahora.

No seu percurso literário, que peso atribui ao facto de o seu pai e avô serem personalidades culturalmente marcantes? Alguma angústia da influência?

“Angustia de influencia” no he tenido nunca, ni por mis parientes ni por nadie. Eso es cosa de gente que quiere ser original;  americanos y así… Pero yo soy lo menos americano del mundo: no aspiro a distinguirme o individualizarme, sino a pasarle a los que vienen detrás, con un pequeño toque mío, lo recibido de la tradición. No me molesta nada “parecerme a…”. Por otra parte, yo me muevo en territorios que mi padre no tocó prácticamente nunca, y mi abuelo raras veces.

Aparte esto, ser “nieto de…” o “hijo de…”, como ya he dicho alguna vez, ha tenido para mí ventajas e inconvenientes: eso hace que se te abran algunas puertas y que se te cierren otras; que encuentres, sin comerlo ni beberlo, amigos y enemigos heredados, etc. Hay, eso sí, una cosa incómoda, que es vivir siempre con la sensación de que uno tiene que “estar a la altura”.

Na eclosão da sua poesia, qual o papel das leituras e das outras artes? As viagens são também importantes?

La lectura, naturalmente, ha sido fundamental para mí. No sé si en la Antigüedad o en la Edad Media era posible ser poeta “adámico”. Quizá no. Pero en nuestra época, seguro que no: vivimos rodeados de textos, acosados por ellos; es decir, que inevitablemente recibimos influencias. Así que es preferible que sean conscientes y bien seleccionadas.

La pintura me atrajo desde siempre, y en esto sí que creo que influyó la labor de mi abuelo Eugenio como crítico y teórico del Arte. Estuve a punto de dedicarme profesionalmente a la Historia del Arte.

A partir de 1964-65, y de modo creciente, la música ha ocupado también un lugar importante en mi vida. Menos el flamenco, la ópera y el rock, me gustan todos los géneros musicales.

Durante varios años de mi juventud me interesó mucho el cine; después lo abandoné, desengañado por el peso excesivo que en él suele tener lo comercial, y, ya sexagenario, me reencontré con él. Modestamente, me considero un experto en el Western.

A los viajes les debo poco; no soy un  gran viajero. Sí, en cambio, me han marcado mis veranos en el campo gallego y mi actividad de montañero desde 1961 hasta hoy.

Tendo em conta a sua longa experiência como professor, o que se pode ou deve ensinar relativamente à literatura?

Soy hijo, sobrino (por parte paterna y materna) y hermano de profesores universitarios; o sea que llevo la docencia universitaria en los genes. Siempre me tomé muy en serio el trabajo académico. No he sido un poeta que, como otros, encuentra su modus vivendi en la enseñanza de la Literatura, sino un centauro formado por un scholar -docente e investigador- y un poeta. Y siempre procuré que ninguna de las dos partes del centauro invadiese el terreno de la otra.

Fui profesor de Historia de la Literatura Española, no de Teoría Literaria ni de “Escritura Creativa” ni de nada por el estilo, y lo fui de forma bastante convencional: leía la bibliografía de cada tema y se la resumía a mis alumnos de la forma más completa, ordenada y clara que me era posible; cuando se trataba de asuntos que yo había investigado, añadiendo mis pequeños descubrimientos. Mis clases no eran nada “poéticas”, como tampoco mis poemas eran (ni son ahora)  nada “académicos”.

Esto no lo digo con vergüenza ni arrepentimiento: siempre he pensado que está muy bien que en cada departamento universitario haya un genio, pero la enseñanza tiene un aspecto digamos prosaico y administrativo al que los genios, que suelen volar por las alturas, no se adaptan bien. La Universidad la hacen funcionar los peones, los que se preparan cada tema lo mejor que pueden, no dejan de dar su clase si no es con un motivo muy serio, se ajustan exactamente al calendario académico, empiezan y terminan las clases a su hora, explican con orden y claridad, resuelven las dudas de los estudiantes, ponen exámenes, los vigilan, los califican y rellenan las actas para la Secretaría.

Como convivem em Miguel d’Ors o ensaísta (nomeadamente sobre poesia) e o poeta? Que conflitos, que cumplicidades?

Bueno, entre mis publicaciones no poéticas yo diferenciaría por un lado los trabajos filológicos, que corresponden a la parte académica del centauro, y por otra los ensayos (pocos en rigor) o reseñas de libros de poesía, que constituyen una parcela mucho más próxima a mi poemas.

O homem religioso, o montanhista, outras facetas da sua vida, como se encontram ou desencontram com o poeta?

Supongo que el católico y el montañero aparecen mucho en mis versos. Como el gallego, o el padre de familia numerosa. Los poemas, aun los más alejados de lo autobiográfico, se alimentan de lo vivido.

Aceita que a sua poesia, com a ironia e a provocação que tantas vezes a marcam, possa ser considerada de intervenção?

Ojalá lo fuese de manera efectiva; pero no creo que lo sea. La poesía interesa sólo a cuatro gatos. Lo que hoy realmente influye en la gente es la televisión, que en todas partes es el principal instrumento del poder para manipular a  los ciudadanos.

Por falar de intervenção, como é que vê a relação entre a poesia e a “internet”?

En el caso de la mía, la relación es fastidiosa para mí. Muy pocos poemas míos salen bien transcritos en Internet. Aparte el hecho de que en ese mundo no existen los derechos de propiedad intelectual.

Revê-se em alguma família poética? Sente que há afinidades electivas com alguns autores? Venera heróis literários?

Me gustaría estar cerca de poetas como Eloy Sánchez Rosillo, Víctor Botas, Javier Salvago, Andrés Trapiello, el segundo Luis Alberto de Cuenca, Fernando Ortiz o Jon Juaristi, por hablar sólo de gente de mi quinta. También me acompañan siempre los grandes clásicos españoles y extranjeros, antiguos y modernos, pero ni a los antiguos ni a los modernos los tomo por héroes.

Vale a pena traduzir poesia? É, sequer, possível? Como acha que soam os seus poemas em português?

Desde luego, traducir poesía es más difícil que traducir novelas; y traducir novelas, más difícil que traducir tratados de Medicina o de Historia. Cuanto más puramente denotativo es el lenguaje de un texto, más fácil de traducir. En la poesía la denotación queda rodeada por el “aura” de las connotaciones (y compris los efectos fónicos), que resulta complicado o definitivamente imposible trasladar a otra lengua.

También es verdad que en la casa de la poesía hay muchas moradas, y traducir, pongamos por caso, los versos de El Cristo de Velázquez de Unamuno es  menos arduo que  los de Nicolás Guillén en Sóngoro cosongo.

Pero, en todo caso, entre leer un poema a través de una traducción o quedarse sin leerlo, es preferible leerlo en una traducción, por infiel que sea. Lo he dicho varias veces en distintos sitios: en poesía, la traducción es un mal menor.

Sobre esta versión lusitana de mis poesías, como, a pesar de ser bisnieto de portuguesa y visitante frecuente del Norte de Portugal, no tengo la suficiente familiaridad con la lengua de Camões y Pessoa, no puedo decir nada solvente. Intuyo, sí, que Luís Pedroso ha hecho un gran trabajo, manteniendo generalmente el metro y a veces hasta la rima de los originales. Esto, claro, comporta pequeños desajustes difícilmente evitables. Por ejemplo, donde yo hablaba de “cines pueblerinos de película muda” su versión dice “cinemas de vila como os dos filmes mudos”. Puesto que el término portugués vila corresponde al español pueblo, la traducción, a nivel denotativo, es correcta; pero quizá las connotaciones peyorativas de pueblerino se esfuman al poner de vila. Quizá; no estoy totalmente seguro… Y al decir “cines de película muda” yo me refería a los de mi infancia, allá por 1953 o 1955, en los que todavía proyectaban de vez en cuando películas mudas, sobre todo las de Charlot (a las que el poema alude después), y no a cines como los que se ven en las películas mudas, según entendió Luís. Hay también algún desajuste debido a las diferencias culturales entre España y Portugal. De todos modos, también en alguna página de O fiasco perfeito he tenido la impresión de que mis versos, en portugués, mejoraban.

Quer falar-nos dos projectos de escrita com que se ocupa actualmente?

Yo podría programar la escritura de un artículo filológico, de un ensayo o de una novela, imponiéndome un horario de trabajo, un número de páginas al día, un plazo de terminación, etc., pero para la poesía -y con esto vuelvo a lo del comienzo- no me sirve de nada tener proyectos. Más bien habría que preguntarle a ella qué proyectos tiene para mí.

Quando sentiu que a sua vida passaria pela literatura e pela poesia?

Creo que hacia mis 16 o 17 años, cuando empezaba la carrera, tuve la convicción de que en mi futuro estaba el escribir. Escribir algo, aunque todavía no tenía una orientación clara. La poesía se impuso cuando andaba yo por los 20.

*

Ao desafio com Miguel d’Ors

O que fez aos versos que estava a esboçar quando viu Argimira?

Nada. Nunca existieron esos versos. Nunca existió Argimira.  Ni tampoco la reja.  “O poeta é um fingidor”…

Ainda crê que a avó não se deitava nunca?   

No, claro: ahora yo también soy abuelo y ya sé que los abuelos a partir de las 8 de la tarde tenemos muchas ganas de irnos a la cama.

Se afirma que as palavras nunca cativarão as coisas, quer dizer que as palavras criarão uma nova coisa, uma nova realidade, isto é, serão elas também outras coisas?

No; quería decir que los versos nunca son capaces de mostrar y retener las cosas tales como son, con toda su intensidad ontológica, si se me permite este lenguaje un tanto filosófico.

Ainda se lembra das tranças da Susana?

No, no: Susana se me derrumbó enseguida. Era una niña que todos los días volvía de su colegio, Preguntoiro arriba, hacia su casa, que estaba en la Plaza de Cervantes. Todos los de mi clase del colegio “La Salle” -andábamos por los trece años, y ella era de nuestra misma edad, o sea algo mayor- la admirábamos ardorosamente y le dábamos un culto colectivo, coral, podríamos decir. Pero una vez, cuando, terminadas las clases, un grupo de aquellos devotos acabábamos de entrar en el Preguntoiro con la esperanza de verla aparecer en sentido contrario con la típica amiga fea que siempre la acompañaba, la divisamos a la altura de la ferretería, pero en animadísima conversación con un compañero nuestro, que el muy canalla, anteponiendo sus particulares intereses a los de la colectividad, se  había apresurado para encontrarse con ella. Aquello nos pareció una traición  por parte de nuestro compañero, y por parte de ella, una desvergüenza. Desde aquel día aciago, lo confieso, todas las que se llaman Susana me parecen un poco pu.

Continua a chover dentro de si?

Sí: “Unha chuvia monótona e tristeira/ cai de cote na miña intimidade”, como dijo en mi nombre Celso Emilio Ferreiro.

Também tem o trauma da chuva das segundas-feiras?

Tenho, tenho. Pero me parece que no soy el único. Hay mucha poesía y mucha canción sobre, o, mejor dicho, contra los lunes.

Haverá sempre uma figueira no melhor canto da sua felicidade?

Una higuera y otras cosas, claro.

Tudo aconteceu para que nascesse?

Yo soy un resultado de mis padres, que lo  fueron de los suyos, etc., cada persona con sus circunstancias y su historia. En cuanto uno  baja un poco por su árbol genealógico se da cuenta de que hicieron falta muchas cosas para que  llegara a existir.

Os livros não lhe servem se não o deixam contemplar a erva?

Pues sí. Pero la hierba tampoco me sirve de mucho si no puedo conservarla eternizada en un libro.

A sua esposa não tem ciúmes da outra que vê no lugar dela a dizer-lhe amo-te, a afagar-lhe a vida com as mãos e a beijá-lo?

No. Ella distingue bien la vida y la Literatura.

Quando regressa de olhos fechados à paisagem cristalina que é a sua infância não tem medo de tropeçar?

Ja, ja. Pero en los viajes mentales no se tropieza. Ni te muerden los perros, ni te fastidian la vida los políticos.

Ainda anda à procura daquela que pensa em si sem saber quem é?

No, por favor.

É fundamental para si incutir na vida sentido e uma ordem, para que aquilo que existe tenha por sua mão um antes, um depois e um entretanto?

Hablaba del amor. Si hay una persona a la que amas, esa persona es el  punto de referencia de todo cuanto vives. Todo es o antes o después o a la vez que ella.

É uma constante querer estar onde não está. Quando escreve um poema que remete para os lugares em que gostaria de estar (para fugir à realidade), usa a poesia como se fosse uma máquina do tempo?

Del tiempo y del espacio, sí.

Às vezes dá consigo a sonhar com Wyoming?

Ahora ya no, pero hubo unos años en que andaba mucho (con los ojos cerrados) por aquellas montañas.

Se escrever versos é igual a roubar maçãs não tem medo que um dia destes seja denunciado e preso em flagrante delito?

Bueno, ya se sabe que el plagio está permitido cuando el robo va seguido de asesinato.

Ainda sabe de cor o nome das alfaias da felicidade?

Sí. Y su marca.

Tem visto o melro que o envergonha por ser tão hesitante a escrever poemas?

A diario. Vivo en un barrio lleno de mirlos.

Em que língua canta o melro de que o seu coração entende tudo?

Mi corazón domina la lengua mirlina. (Me ha salido con rima y todo). Un crítico me calificó de “mirlóforo celeste”.

Não acha que a poesia já o redimiu da morte do papa-figos?

Ojalá sea cierto. En todo caso, aquel día renuncié para siempre a la escopeta.

Escreve muito poemas autorreflexivos, isto é, que falam do próprio poema e da poesia. É uma forma de mostrar que ainda não conseguiu uma definição definitiva para a poesia?

Toda la poesía moderna es en mayor o menor grado metapoética. Pero encontrar una definición definitiva es imposible: basta que se la defina para que ella asome por otro sitio donde nadie la esperaba ver.

Há poemas seus que são listagens de coisas, lugares e ações. Já pensou fazer um poema com a lista de compras? Ou será que compra o que lhe aparece à frente?

Pues acabas de darme una buena idea; gracias. A ver si soy capaz de plasmarla como Dios manda.

Confessa que quando se lembra do Savoy não é por causa do tio Atilano, mas pela doçura dos pedaços de Turrón que lá comia?

Juro solemnemente que nunca comí turrón en el “Savoy”. Sí algunos helados de turrón, a los que alude el soneto. En una copa de cristal, con una cucharilla y con un barquillo cilíndrico hincado. Lo que pasa es que en su traducción de esa parte de “Regreso al ‘Savoy’” Luís convirtió, no el agua en vino, que sería demasiado milagro, sino mis helados de turrón en turrón en trozos (y trozos mayúsculos, además: “trozos de Turrón”). No sé si en Portugal se come turrón; en España es muy típico de las fiestas de Navidad, pero nunca se ha visto a nadie comiendo turrón en un café, por muy Navidad que fuese. Por lo demás, mis recuerdos del “Savoy” de Pontevedra no están asociados solo al tío Atilano. Su terraza era el punto de encuentro de mi familia cuando había que volver de Pontevedra a Paraños.

Quem lhe empurra o baloiço quando não está com Mateo?

La Mano Divina con los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, claro.

Gostava que a sua poesia tivesse a sabedoria da ameixieira?

Sí; eso significaría que mis versos eran productos 100% naturales.

Continua fazendo planos para o passado?

Todos estamos haciéndolos continuamente: el pasado de cada cual es algo que le diseñan en colaboración la memoria y el sueño.

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